Por ellas
Cedo la palabra
a quien quisiera leer
causas mejores que ahora
por mí debieran tenerla.
Cedo la palabra
a quien la vida conmueva
desde las bocas del hambre,
a las que miran al cielo.
Cedo la palabra
a una razón que pudiera
en el silencio ser grande,
a las voces de la calle,
a las que no la tuvieron.
La belleza
Como piel de las estatuas
detenerse, ser una misma,
y que regrese a mi rostro
sus flores tras el invierno
como tratando de ver
que nada nos pertenece.
Amigas
Cuando te acuerdes de mí
seremos entre la noche
almas libres por el viento
que el tiempo no se llevó,
seremos una mañana
disfrazada de colegio,
eterno mundo de dos.
el sitio de mi recreo…
Cuando te acuerdes de mí
soltará lastre un pasado
experto de los problemas,
regresará la inocencia
y aquella niña de ayer
que no perdió la esperanza,
sin dejar de ser pequeña,
sin querernos separar...
Porque distancia no habrá
que desate nuestros lazos,
llama a la puerta de al lado
cuando te acuerdes de mí.
Dancing in the moonligt
Frente a ti mi figura
envuelta de azul nocturno
abriendo paso al amor.
Mueves el mundo
aunque tú no lo sepas,
mágica luna,
ahora nos toca bailar.
Por tus campos yelmos
entre verdes recuerdos
desertar de las ciudades quisiera,
como el aire que nos mece
estar afuera, dibujar nubes
aliviar cada sentido...
¡Ay, amor!
si hay Dios de la lluvia
que llore conmigo.
¡Ay, amor!
dejo este poema sin final
por si pudiera regresar.
La otra
Me he despertado nerviosa
como lo hacia antes,
por mucho tiempo que pase
sigo poniendo candados
a las puertas
por si el silencio
hace ruido.
Pudiera creer
que me incendiara de nuevo
entre la luz de las velas
olvidando mal de amores,
aprendiendo a distinguir
la soledad de unos ojos
con el cielo de Paris
en hora punta.
Pudiera creer
que existe el calor de un beso
en el verano de otra boca
con mil fotos de colores,
aprendiendo a traducir
la vida en distintos idiomas,
pudiera volver a querer,
sentir más cerca la calma…
Ojalá no te hubiera
conocido nunca.
Ruta de la Plata
Poco pudiera importar
equivocarme de nuevo,
perder el norte otra vez,
si es tu aire el que respiro
y tus pasos el camino
que lleva al sur de los sueños.
Nunca más
Trae al menos la paz
a mis oídos,
arrójale a mi noche
tu mañana,
si alguna vez el amor
pasa de largo
más allá de sus brazos
queda vida,
no cambies tu color
por rosas negras,
no pierdas la ilusión,
no habrá más sangre
para teñirlas.
Quien pudiera ser memoria
por las aguas de otros lares,
quien pudiera ser edades
de tiempos nunca vencidos.
Quien pudiera ser camino,
descender por la corriente,
quien pudiera en el presente
volver a ser como antes:
sin que el sol una mañana
se derrumbe
y nuestras sombras
de nostalgia sientan frío.
Meraki
Allí donde nadie puede llegar
quisiera ser una nube
y en la altura divisar
cuando se cierran sus ojos
la tercera luna,
Allí donde nadie puede llegar
insomne en la oscuridad
es su planeta pequeño,
que inmensa el arte,
que nos recuerda...
"Todo se arma y se desarma
cuando menos te lo esperas"
Yo estaré sola, pero tú no;
tú ríe, tú vuela,
y cierra por fuera
que la vida es mucho más.
Déjame una eternidad,
más en el cielo de tus
ojos…que use mi tinta,
cuando mi cuerpo
termine de volar.
Soy la del abismo en letras,
la que voló a ras de piel y
acabó con las alas rotas
en este cielo de papel.
(Con Helen Yust Larrabeiti)
La única llave
Confiar el tiempo
en manos del arte
por abrir al aire
las puertas del corazón.
Paso al amor,
madre, vida...
anida mi libertad,
defiende ante la mentira
tu memoria,
no me sueltes,
lejos serás utopía
y yo en silencio una más.
Mujer en Odessa
Se posaron madrugadas
de febrero en mi ventana
aguardando ver las rosas
con sus breves alardeos.
Lenta y crispada
la llovizna del recuerdo
trae los hijos que se fueron
de mi sonrisa,
en una noche cualquiera,
desde una jaula de huesos
donde el corazón reclama
paz y sosiego.
"Esta es la canción de la última cita.
Eché una mirada a la casa sombría,
tan sólo en la alcoba ardían las velas
con una llama indiferente y mustia'
Momentos
Todavía no te has ido
y estoy echando de menos
en tus cabellos el sol.
Todavía no te has ido
y estoy construyendo un sueño
con versos de mil tequieros,
y la noche entre maullidos
dos verdades de ojos verdes
que aunque nada quede en pie
sonríen, por los que fueron,
por los años de los años.
Letra a letra
Oigo su voz, o eso creo,
siguiendo río abajo.
Esta vez las cenizas
no irán al mar,
en césped artificial
puede existir paraíso.
Mis agrietadas manos
se negaron a acariciar
las paredes del ocaso.
Se abrieron mis ojos
al mundo de los vivos
burlando al obstinado destino.
Sin vida letra a letra,
las puertas rotas
callando la verdad.
Oigo su voz y sus pasos
aún más cercanos (o eso creí)
No me dejé arrastrar
por la corriente del olvido,
me despojé de mis lunas,
dejé caer todos mis ocres
de infinitos escondidos
despertando en mí.
(Con Esther Martínez)
En tu nombre
Quisiera ser como un pájaro,
atravesar hoy las nubes,
poder llegar hasta ti.
Quisiera ser más pequeña
mi cabeza entre tus brazos,
y una mirada gigante
en cuanto escucho tu voz.
Quisiera ser tantas cosas
para que nunca te fueras:
Madre,
no todo sucede por algo.
El rechazo
Seré la espina,
patio que en mi soledad
nadie me ve,
miedo, esperanza...
tímido cerco
de luna blanca,
lluvia de abril,
velo de sueños,
baile de máscaras
empeñadas en reír.
Caricias de abril
Las rosas nacen de estrellas
cuando oigo tu voz,
tu lejanía se hace corta
con el sonido del viento,
y vivo despierto
por si abres mis noches,
buscando mi norte,
en lorquianos inviernos
de promesas olvidadas.
Me atreveré a pasar
de puntillas por mis sueños
para escapar
con las alas de los versos,
me atreveré a sellar
en tus labios los poemas,
me dejaré llevar,
y en manos de un niño
serás ilusión.
(Con Raquel Mengual)
La desconocida
Libera de tristezas los insomnios,
con tus manos acaricia mi pasado,
encierra la melancolía,
que en la cárcel de tus labios
no hay camas frías
y cada noche la vida
dibuja un mapa en la piel.
¡¡No!!
No soy para nadie:
ni perla prometida,
ni niña consentida,
ni besos robados,
ni bella durmiente,
ni dama valiente,
ni pienso de más,
ni grito de menos.
No estoy en un estante
igual que un florero,
No soy para siempre.
Donde nos perdimos tantas veces
“No todos los caminos
conducen a Roma”.
Tenía razón,
su arte me hizo sentir
y a las estancias vacías
trajo el frescor de su aroma
para renovar el aire.
Y me hizo recordar,
que las emociones se suben
a una montaña rusa
para revivir el tráiler
de un verano que acabó,
la adicción por las margaritas
y un barrio lleno de sueños
en dirección al banquillo
de las promesas.
“No siempre nos quedará París”.
Tenía razón,
aún sigo por el mismo andén
mientras se cruzan las vidas
buscando casualidades,
observando segunderos
ante paredes ajenas
hasta que muere la tarde
desde mi sombra a su calle
entre certeras caricias,
desnudando las verdades.
Ahora vendrá,
con el latir de una ilusión
en la ciudad que no vimos
y el amor sobre la mesa,
a pesar que nuestros labios
se suicidaron en el brindis
de una salida de emergencia.
En ese momento
nos iremos en silencio,
para buscarnos
donde nos perdimos tantas veces.
(Con Silvia Savall)
Sherezade
Si consiguiera la llave,
entrar en tu corazón
y no volver a quedarme
un día más en la puerta.
Si consiguiera la clave,
saber la combinación,
abrir cerrojos y el alma
de ancestra leyenda...
Si descubriera esa sonrisa
mil y una noche perdida
me sentaría a tu lado
en ese bar de enfrente,
serías la protagonista
en el papel de mi vida
y no la actriz invitada
que saborea un café.
Días de cine
Supo atravesar la piel
sin tinta ni aguja,
hilar la noche y el día,
endulzar cada café.
Supo enterrar el ayer,
quitar las manchas de vino,
poner la palabra justa;
que a falta de cariño
no se empañaran los versos
bailando bajo la lluvia,
que no viera en la ciudad
belleza desde ese amanecer.
Fuimos de repente como dos extraños
en busca de un hotel en Casablanca,
tú no eras Bogart ni yo Ingrid Bergman,
poco importaba ya como llamarnos.
Quedó el volver a descubrir un tesoro
sobre tu piel en un oasis de palmeras,
cual dos amantes que naufragaran
atando cabos sobrevivimos.
Quizás fuese proclive al desengaño,
quizás el destino rehuyó capturar
vientos en velas que detuvieran
el tiempo que nos amamos.
Victoria
Llevan mis pasos
por arenas de recuerdo,
vence a los años
eterno olor a café,
mientras tus dedos
tiñen de azul
ilusiones necesarias.
No he renunciado,
tengo una sala de espera
para la ausencia,
a falta de ser poesía
contra palabras en vano
mis ojos brillan por ti...
y hasta pienso que me lees.
Rompiendo mares
De mis naufragios
un corazón oxidado
en poemas al desamor,
de tus orillas
manos de espuma
trenzando versos.
De mis naves
tus anhelos próximos
tan ausentes,
de tus pecados
mi dolor preso
rompiendo mares...
y silencios.
De mis desvelos
aves nocturnas
explorando alrededores,
de tu sonrisa
cuartos crecientes
reflejados en la arena.
De mi garganta
voz de sirena rota
silenciada en grito,
de tu pecho
el miedo siempre
a ser atrapado por el fuego.
(Con Diana Maura)
Aurora
Claridad, alma serena
llena mis ojos de amaneceres,
esquirlas de luz
que conoce mi secreto,
y aunque todo caiga
yo permanezco
atravesando la vida
por los remansos del tiempo
–Porque no todo va a ser poesía,
despierta, porque cuanto más
despierta, más les duele.
La deseada
De tanto escribir su nombre
tendió a secarse los versos
en la cuerda del amor,
y de belleza
ahora se visten mis sueños.
Cuando amanezcan las flores
sobre los campos del sur
infinitos como la nada
del nada que somos.
Ser, estar...
Cuando me vean marchar
un día descalza en la lluvia,
entonces no pensarán:
—Pobre niña soñadora.
Y cada primavera
renacerán las rosas
Alma que das vida
cuando ellas alzan su vuelo,
anudadas, rostro a rostro,
transitando recodos,
cauterizando cada curva.
Amparo de nuestro pecho
no hay martirio de la tierra
que pueda ensombrecer.
Uno del otro,
hallemos eterna alborada,
dilatemos nuestro camino
por el mundo,
Amor mío;
emigrando del ruido,
inseguro de la humanidad,
mientras lloran las ventanas
me resguardaré
en tus ojos.
Dejaré evaporar los atuendos,
creando un lugar único
para amarnos.
Prometo no rendirme jamás.
Zahara
Escribo pensando en ti
y hecho las hojas al viento,
desvelados sentimientos,
playas lejanas...
"Se me va de los dedos
la caricia sin causa"
Poetisa
Como se miran los enamorados
miras al cielo que te inspira;
y riegan la tierra
líricos entramados,
y a la orilla de tus versos
nubes de arena envidian al agua.
Amore di nonna
Anda por mi cuerpo
tu alma soñadora
alumbrada por el verbo;
aprendo colores,
formas de luz,
aroma de recuerdos...
y la piel que he llevado
muere tras de ti.
África
Al cielo tus manos abiertas
danzan a felicidad,
cantos de ébano y marfil,
de eterna blanca sonrisa,
cantan coloridos pájaros
el regresar de la lluvia,
canta a los caminos verdes,
a la luz de un nuevo día,
canta a una tierra sin horas,
a grandes Dioses, a tu fe,
canta a todo lo que ves
mientras renace a la vida.
Desde el silencio
En la ensoñación de la tarde,
entre la noche callada,
aun pereciendo los días
en una casa vacía,
tiempo adentro...
que nadie robe tu palabra.
"Cuarenta segundos sin hablar,
cuarenta años tuvo mi madre"