24 de julio de 2019

Desde mi sombra a su calle








Espíritu viajero

Camino de norte a sur
conoce bien mis verdades,
ella, continua belleza
que las palabras no alcanza. 

Camino,
invisible por su cuerpo, 
como tierra que se esconde
a escasos metros del agua

ser aquel mar,
rodear los mapas

Ahora
que el cielo invita a tormenta,
que nuestras lenguas se ahogan,
que todo es poco,
que es mi principio y final

nada apagará las luces
de su sonrisa
en mi guarida,

en la ciudad sin estrellas
maullando por los tejados
noches heladas.

Si el amor muere conmigo
abandonarme esta vez
entre unos versos de Lorca, 

silencioso amanecer,
que las voces me respondan
de un libro sobre el mostrador
que lleve escrito su nombre.













Tercer intento

Nunca preguntó por qué
en su bolsillo había tizas
que inventaban corazones.

Nunca preguntó por qué
de una guitarra las notas
invocaban a Gardel
rasgando tangos en liza.

Nunca preguntó por qué,
y regresó a Buenos Aires
una vez por vacaciones,

entre Abasto y los poemas
que un día Alfonsina buscara
más allá de Chacarita,

entre el rumor de los bares
y el fuerte olor a café
que muertos resucitaba.

Después de una vida entera
no se atrevieron sus bocas,
después de tanto querer
veinte años fueron nada.













Donde todo comenzó 

Hubo hace tiempo un amor
que al caminar por tu piel 
de noche rozaba el cielo.

sin más ropa que quitarse
ni convencer los temores
de unas manos deslizantes

sin guantes contra el deseo,
de poder quemarnos dentro
de eso que llaman pasión.

No se dobla el corazón
sin ceder el equilibrio,
no se olvidan los lugares
con alejarnos.

Hubo hace tiempo un amor,
nos queda un soplo de aire
y flores en el jardín.













Volver

Me arropaba cada noche
bajo un azul de ilusiones,
a ojos del mundo pequeño,
temiendo en la oscuridad;

y una lámpara encendida
desafiando los miedos
a las sombras batía en duelo
mientras se hacían gigante

Tenia cien indios de plástico,
mi gran equipo de chapas,
y una madre en la ventana
de un barrio aún por explorar

donde me creía un pirata
mientras pisaba los charcos
pegado a una gran mochila
repleta de tanto asombro. 

Cuando era niño no pensaba 
que era niño y sonreía a las fotos 
tras un arsenal de preguntas
con prisas por ser mayor,

y mil respuestas escondidas
se mezclaban con sabores
entre algodones de azúcar
castañas, pan y chocolate.

Cuando era niño no esperaba
que en el camino tan pronto
volarían sin cautela 
las agujas del reloj

"No es que no vuelva 
porque me he olvidado,
es que perdí el camino de regreso"














Puertas adentro

Cuesta ganar la salida,
cerrar el baile de huesos
y cada pliegue del cuerpo
cuando tiembla.

Cuesta ponerse a cubierto,
fingir que no existen manos
ni recitar a deshoras
miedos de golpe.

Frió es el aire en el tendedero,
fría la cena compartida,
las pertenencias...

Ojalá nunca el dolor nos encuentre
escuchando a Leonard Cohen;

ojalá alguien le cuelgue a la vida
el cartel de no molestar.












De ángeles

Donde se gestan los versos
que firmaría en sus labios
al mundo entero,

sobreviviendo al olvido
antes de echarme del cielo
por no dejar de escribir,

de renunciar a las alturas
por volverme a tropezar
con mi locura,
por ser aquello que fui.

Nada mejor

a medio camino
entre su boca y el suelo
amar haciendo el amor.














Louisiana blues

Es viernes, las calles llenas,
antaño fui como ellos:
sin fuego oculto en la garganta,
sin desarraigos.

Hoy volvería a escuchar
aquella caja de sueños,
hoy volvería a tocar
como la primera vez;

  caminaría a tu lado
por la página siguiente,
contando edades de paso
barrió adentro.

Es viernes, tiemblan las manos,
guarda el recuerdo,
que no se empañe de adiós,
que no se empañe.











Trocitos rotos de no verte

Bandera roja
en la orilla de mi piel,
el talento a la deriva
y tú por alguna estrella.

Guardé la voz de aquel mar
para no sentirme solo
y unos demonios que fuera
dejaron de ser pequeños,

luego de regreso a casa
el miedo seguía allí,
los perros mirando igual,
las flores más muertas.

Ahora que la noche
se inclina
hacia las líneas
de tu rostro,

ahora que
vuelan las hojas,
con buena letra
escribo sueños contigo.

Madre,
mi vida poquito a poco
llama la tierra.













Tan fácil como llover

A veces también llueve lento,
como cuando fuimos sed
y bajo un cartel de llegadas
aprendimos a encontrarnos.

A veces nubes estancadas
acechan sobre la piel
caricias fuera de plano
alguna década más.

Son imanes de recuerdos
decorando la nevera,
vidas pendiente de un vals
que improvisó enamorarnos,

es tu ausencia prolongada,
la fruta sobre la mesa
junto al sabor de unos besos
que siempre quise probar.













La soledad acaba en tus brazos

Con tantas ganas de huir
entre miniados paisajes
no saber donde,

por tener
tu mirada la respuesta
que me negaron los años;

sueños lentos, 
lenta caída sin red,
frágiles cuerpos desnudos.

Que si las noches no acortan
y no hay nada más
puedes robarme la voz,
partirla en dos,

llevarte al cielo sus palabras
nombrándote hasta el final
más allá de mi ventana,
y que nos calle algún beso.













Versarte todo locura

Quiéreme,
desátame la cordura,
por tu garganta sedienta
llévame hasta la salida,
al aire de tus palabras...

para un día perfecto
sin saber de ti
no salen las cuentas.













De mí sin ti

Casi por instinto
busco besos encendidos
de esos que al sentir dijeran
no te vayas nunca,

como la luz necesaria
de esta alcoba hoy silenciosa,
entre la paz de lecturas
que van contando la vida.

Casi por instinto
en una estación de espera 
sigo mirando un hotel
donde encajar nuestros sueños.

Ahí,
cuando lo demás no importa
siempre estás tú.













Pequeñas grandes cosas

Poner los cinco sentidos
a beneficio del arte,
plasmar en una pintura 
hasta el mínimo detalle, 
que todo parezca perfecto
si nos cae la lluvia;

disimulando 
que me entiendes
decoras nubes en el cielo

y cerca de la tierra
encuentro belleza
solo con mirarte.













Vida

Necesito un firmamento,
un momento inolvidable,
la música de tu alegría
y luces que nos dejen ver;

como la libertad
de quien la lucha,
como la paz de recuerdos
que nos trae el aire,
como una fiesta bienvenida
que mueva al mundo
aunque no sepa bailar.

Necesito
llaves que giren dos vueltas, 
a la puerta de salida
llegar muy tarde;

la memoria y el presente,
en una caja de cartón
conservar todas las fotos,
resguardarla de la lluvia,
como quien solo pide
un buen techo y pan caliente
donde albergar su destino

Necesito
después de tanto escribir
pasar de aprendiz a ser
la causa de tu sonrisa;

como las noches azules
que tu mirada más limpia
brinde en el tiempo conmigo
contando historias,
cerrando heridas,
que se marchiten las rosas
pendientes de despedidas...

ya lo sé, son cuatro días,
y uno te invita a soñar.




Quiero pasar
el resto de mis poesías 
contigo










Contando estrellas

Por si me esperabas
cambié la luna de sitio
para ver tu cara.
Por si me esperabas
por ti apagué la ciudad.

Después de hoy
seremos parte del silencio,
presura en la respiración
contando ganas.

Después de hoy
seremos cera sobre el fuego,
formas que resucitaran
lugares en la memoria
cruzando noches;

y jugaremos 
a reírnos de las voces
que nos dicen que paremos,
ocuparemos espacios
destinados al amor,

con las manos temblorosas
descubriremos planetas
donde asomarnos,
donde perdernos de nuevo
hasta volver a empezar.

Por si me esperabas
cambié la luna de sitio
al precipicio interior
de tu lado de la cama.














Huellas

Te has ido sin dedicarte algún poema,
sin escribir mi corazón aquí en la tierra.
Te has ido, el cielo no supo esperar
y nos dejó sin tu estrella.

No encontraré en alcohol
bañado el olvido,
lejos de estas calles
allí donde estés
sé que sonreirás.














Planet Earth

Cómo decirte
que puede quedar aquí
o en el final de la cuenta
la realidad sin nosotros,
que esa belleza en tu rostro
siempre he soñado enmarcar;

que dejaría mis cosas, 
los muebles,
las mañanas de domingo,
y habitaciones de hotel
con tu espalda en el espejo;

que nos espera la tierra,
que no es tarde para salvar
aquello que tanto amamos.
Sabes, tenías razón:
hay que luchar por los sueños. 




Te podría decir tantas cosas...
 y no encontré en mis libros
que decirte hoy










Anytime

En capítulos siguientes
nadie habrá en casa,
solos tú y yo
al tiempo y la desmemoria
fiel resistiendo.

Por ti, amor,
la palabra más bonita
 escribiría mil veces.














Una y mil veces

Sé que prefiero el verano
por el color de tus ojos,
que es mala esta soledad
que mata el tiempo;

hoy cobran vida
sin ti aquellos versos:
"No creo en más infierno
que tu ausencia..."

Ángeles, cielo presente,
palabras encendidas
expanden y resucitan
todas las formas de amar,

alma nocturna
no quedan cuerpos
ni manos que desvistan
como tú.




Cómo olvidar,
si de mirar su sonrisa
sueño con besos de luna










De cuando las palabras sobran

Bajo una lluvia mil besos
mientras duró la tormenta
en cada esquina dejamos,
dos fieles bocas 
que no secaran,
los mismos nervios 
de estar queriendo
como la primera vez.








A una reina de corazones

De tanto contar un tiempo
que nos debiera de todo,
de tanto subir su calle
con media vida a la espalda,

de tanto 
despegarse el alma
en torpes horas suicidas,

de tanto ser aprendiz,
no aprendieron mis sentidos
a renunciar a su piel;

ni a poderosos imperios 
al despojarse la ropa
de verbos que contuviera,
ni saber jugar mis cartas. 

















Un castillo en Urano

Aún no es tarde 
para descubrirnos bien,
aún no es tarde
para dejar de estar solos;

como una muela perdida,
como los duendes del parque
con los que hablaba.

Rosa intangible,
la diferencia entre la nada
y todo siempre eres tú.




En una noche cualquiera
entenderás por qué sigues
presente en una canción










De paso

Cruzar la puerta es desearte,
verme feliz en tus ojos,
ahogar los versos,
escribir menos y amarte más;

mientras, me sigue inspirando
el formato de unas sabanas
que apenas cubren tu cuerpo.














Buenos días

Para que no se extinguieran
guardó la luna los besos
que anoche soñé contigo,

y hoy siento cuando te miro
como se anuda mi voz,
que nada importa
si el sol lleva el color
de tu pelo,

que por tu espalda mis dedos
recuerdan al caminar
cuantos incendios provocan,

que coincidir en tu boca
será el amor pronunciar
lo más perfecto.















El lado izquierdo

La otra mitad
en futuros calendarios,
viendo pinturas de siglos
por su belleza.

Rompe en el aire,
voz del silencio,
fuego y deseo
que en la mirada
se esconde,

Ella: paisajes,
espacio, tiempo,
camino adentro…

que lejos
hoy me queda el mar
y el amor lleva su nombre.













Veinte

Puedo caminar por mis escombros
y bailes de antigua década
donde la vida era el juego
de una locura añorante.

Puedo tropezar con el silencio
cuando verdades no callan,
el corazón, el deseo,
la misma piedra…

por calles y alrededores
olvidar los desamores,
entre palabras infieles
guardar las penas.

Puede mi mundo por ella
renunciar a la poesía,
a otras figuras literarias,
y al contemplar su belleza
reiniciarse.













Juliette

Muero por verte
esta noche,
antes que empañe
el recuerdo;

como quién guarda en un libro
la flor deseada,
a medio camino sin tiempo
apenas para respirar.

Nunca busqué más razón,
solo querer de verdad
y despertarme en tus besos.

¿Podrías hoy decir lo mismo?
ojalá.














Emerald Hotel

Enamorarse de nuevo
y probar tu boca
aún con sabor a café,

humedeciendo los cuerpos.

Abrir la noche
mientras soltamos la ropa,
tu piel cerca de mi aliento..

—Pide un deseo.
—Más.














Fantasmas de un cuento mejor

Alguna vez
pueda decir un poema
de esos que hablan de amor
cuanto se echaron de menos,

sin interrogante
en las bocas,
regalando una sonrisa
al despertar.

Alguna vez
desatados de la cama
rompan jirones de alambre
que un día cosieran el alma;

recuperar la ternura,
el pánico a las alturas,
que nunca se viera tan frágil
al brillo de su mirada.

Pasos que son
Berlín por el aeropuerto,
las prisas por besar
sus labios,
encontrar la otra mitad
en el mismo sitio;

buscando un sol,
históricos monumentos
donde quedar
sin resguardarse,
empezar por el final
y volver a enamorarse.

Puede que no se hayan ido.













Espérame en los versos que vendrán,
los mismos que ahora te escribo;
tan cercanos, tan nosotros.











Colores

Ahora es cuando necesito
soles para sonreír,
tener más cerca de ti
instantes que se detengan;

y manos haciendo sombras
que aleteando se pierdan
a descubrir la ciudad
con lápices de colores,

y por las calles sentir
de nuevo que estamos vivos.












Todas las notas en ti

Seré su fiel guardián
y mis besos escudo,
seré del verbo amar
siempre gerundio,

seré secreto por guardar,
un susurro, una palabra,
seré al respirar su aliento.

Seré en una canción
sus notas,
seré por querer ser 
lo que quisiera tu boca.













Ventanas

Siento tu respiración,
siento las manos cerca
de nuestros cuerpos;

en frías estancias, 
la casa sin amueblar,
tus dedos sobre la piel
llama invisible.

Acostumbrando a buscar
cada palabra de Frida 
entre sus cartas de amor,

yo en tu lugar hubiera 
hecho lo mismo,
estaba escrito.

Recoge las cosas,
de los malos consejos
ponte a salvo,

si resbala el mármol,
tomando impulso
será más fácil saltar.

Ahora que estamos los dos,
ahora que la melancolía
sugiere buenas comedias,

después de tanto llover
valió la pena,
gracias por existir.













Segunda luna 

Guardé mi corazón
donde estaba,

guardé la noción del tiempo
por ver posibles futuros
en tu presente.

De hojas en blanco
sin frases rotas,

de no estar contigo:
sobra el cuerpo, la memoria,
sobra un cajón de latidos...

No hay más verdad 
que tu mirada,
no hay más.














Senza di lei

Io guardando tra le parole,
lei il mio cuore...

Una vita appassionata,
una canzone nel vento,
i miei sogni, l’universo,
ogni bacio di calore...

il mio mondo di illusione,
la mia libertà e la calma,
il mio modo è il tempo,
en el mio delirio amore.